La primera vez que me lo dijeron dije si, claro (me voy apurar a decirlo esa frase no la invente!)… ahora agarro mi autoestima y lo re construyo en 5 minutitos.

Y si lo hice, pero no tan rápido. Ahora que me conozco un poco más, se que me tengo que dar un tiempo para pensar, lamentarme, levantarme y empezar de nuevo con más información.

Ustedes saben pedir ? Yo no sabía, creía que las otras personas tenían que simplemente adivinar lo que estaba en mi cabeza y ofrecérmelo. Les suena raro? Seguro que no, piensen todas las veces que lo hicieron, con sus familias, novies, amigues, jefes… Expresar claramente lo que deseaba no era mi fuerte, mi novio solía (suele, porque acá se aprende todos los días) decirme “tengo un manual para descifrarte”. Solo cuando realmente te das cuenta, es cuando podes empezar a pedir. ¿Por qué pedir? Porque para que te digan que NO tuviste que haber intentado algo, pedido algo, tuviste que tomar la acción y sabes qué? las cosas emocionantes solo pasan cuando tomas la acción.

Ese no es un camino fácil pero tampoco imposible. Hay algo que me gusta decir que es: una vez que lo viste “ya esta”, no te podes hacer el tonto, te diste cuenta. ESO te grita tan fuerte que la única manera de callarlo es haciendo algo con ESO.

“ESO” sí! Bien en mayúsculas, cámbialo por lo que deseas: un aumento, un cambio de posición, repartir las tareas de la casa, tener un hijo ¿?, lo que sea que este en tu cabeza rebotando. Sabes que va a pasar? Puede que salga casi como lo deseabas o puede que te digan que NO y ahí puede doler, frustrarte, finalmente te habrá transformado y cambiando tu mundo, abriendo un nuevo camino de pensamiento en una primera instancia y de acción en una segunda.

Así que BIENVENIDO pedir, BIENVENIDO NO. Que estamos para TRANSFORMARnos!

Vos ya sabes pedir? La semana que viene sale un post sobre como pedir, para que salgas de la zona de deseo.